Señor, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, Madre de Dios,
a cada invocación se repite: ruega por nosotros.
San José, Patrono de la Iglesia Universal,
San Pío X, modelo de los sacerdotes,
San Pío X, sabio Obispo,
San Pío X, humilde Cardenal y Patriarca,
San Pío X, celoso Papa de su grey,
San Pío X, maestro piadoso,
San Pío X, misericordioso con los pobres,
San Pío X, consolador de los enfermos,
San Pío X, amante de la pobreza,
San Pío X, humilde de corazón,
San Pío X, siempre fiel a sus obligaciones,
San Pío X, heroico en la práctica de todas las virtudes,
San Pío X, lleno de espíritu de sacrificio,
San Pío X, decidido en restaurarlo todo en Cristo,
San Pío X, que acercó a los niños al comulgatorio,
San Pío X, que promovió la Comunión frecuente para todos,
San Pío X, que instó a conocer y amar la Santa Misa,
San Pío X, que procuró la difusión de las enseñanzas cristianas por todas partes,
San Pío X, que resistió y condenó todas las herejías,
San Pío X, que enseñó la correcta y justa Acción Católica,
San Pío X, que consagró a los fieles al apostolado laico,
San Pío X, que se daba a conocer como pobre pastor de almas,
San Pío X, que responde a las súplicas de quienes claman a él,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
V. Ruega por nosotros, San Pío X.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos. Oh, Dios, que llenaste el alma de San Pío X con una caridad ardiente y lo llamaste para que sea el Vicario de Cristo en la tierra, concédenos que, por su intercesión, podamos seguir los pasos de Jesucristo, nuestro Divino Maestro; y que nuestras oraciones dirigidas a este Santo Papa den frutos en nuestra vida terrenal y nos conduzcan a la eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.